Según la tradición, Androklos, uno de los hijos del legendario rey Kodros, fundó la ciudad de Éfeso en esta región donde anteriormente vivían Lelegs y Carias. La ciudad, como otros asentamientos jónicos, debe haber sido colonizada a más tardar en el siglo X AC. Cuando los helenos llegaron aquí, encontraron a la diosa Kybele como la deidad principal, como se veía en casi todas partes de Anatolia. Comenzaron a adorar en el mismo lugar asociando a Artemisa con la diosa principal Kybele a través del sincretismo, para poder llevarse bien con los lugareños. Una de las obras pequeñas pero más llamativas de Éfeso, que se puede ver en la imagen, es el Templo de Adriano construido en el estilo corintio. Como muchas ciudades de Anatolia, la ciudad autónoma de Éfeso consideró necesario reservar un templo para el culto del emperador con el fin de obtener la ayuda y la amistad de los romanos.
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